Su producción teatral es equiparable a su poesía.
Escribe sus obras más conocidas a partir de 1930.
La soledad, el dolor y la muerte aparecen
siempre y el tema constante de su producción
teatral es el destino trágico de los personajes. Experimenta con el drama surrealista, la tragedia
rural y la farsa violenta para llegar al espectador
y hacerle partícipe del drama que viven sus
personajes. En su juventud escribe obras con influencias
modernistas y del teatro de Eduardo Marquina.
Mariana Pineda (1923), Doña Rosita la soltera o
el lenguaje de las flores (1935).
Se distinguen 3 etapas en su obra:
Como en su poesía, la libertad, el amor, la muerte y las normas sociales y morales son la base de su teatro. Lenguaje lleno de metáforas e imágenes simbólicas: el agua (libertad o muerte), la luna (la muerte), el caballo (la vida, el erotismo, portador de desgracias), la sangre (vida o dolor)… Busca que el espectador se implique sentimentalmente en la tragedia vivida a través de los personajes. Suele combinar la prosa y el verso. Personajes populares. Estos suelen introducir escenas trágicas. Destacan los personajes femeninos, pues Lorca sentía especial atracción por los grupos sociales desfavorecidos del momento y su situación de frustración y soledad.
Se distinguen 3 etapas en su obra:
- Primera etapa: dramas y farsas. Crea farsas para guiñol como El retablillo de Don Cristóbal (1931). En La zapatera prodigiosa (1930) y en El amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1931) ya muestra el sufrimiento femenino de sus protagonistas.
- Segunda etapa: teatro conceptual o vanguardista. Sus obras de carácter más surrealistas son Así que pasen cinco años (1931), El público (1933) y Comedia sin título (1930-31). Rompen con la puesta en escena tradicional, de ahí la dificultad en representarlas.
- Tercera etapa: tragedias y dramas. Aquí se encuentran las obras más importantes de Lorca, todas inspiradas en el mundo rural y sobre el dominio de pasiones y el destino. Bodas de sangre (1933). Alegoría de la fuerza de la pasión dominada por el destino. Intervienen la pasión, el odio y el conflicto entre familias que llevan a los protagonistas a la muerte. Personajes alegóricos como la Muerte y la Luna. Yerma (1934). Trata la tragedia de una mujer estéril cuya única ilusión en la vida es ser madre. La fatalidad del destino le hace matar a su propio marido, que no quería tener hijos. La casa de Bernarda Alba (1936). Presenta el choque entre el autoritarismo de Bernarda y el deseo de libertad de sus cinco hijas. En un clima asfixiante y plagado de símbolos, surge la tragedia.
Como en su poesía, la libertad, el amor, la muerte y las normas sociales y morales son la base de su teatro. Lenguaje lleno de metáforas e imágenes simbólicas: el agua (libertad o muerte), la luna (la muerte), el caballo (la vida, el erotismo, portador de desgracias), la sangre (vida o dolor)… Busca que el espectador se implique sentimentalmente en la tragedia vivida a través de los personajes. Suele combinar la prosa y el verso. Personajes populares. Estos suelen introducir escenas trágicas. Destacan los personajes femeninos, pues Lorca sentía especial atracción por los grupos sociales desfavorecidos del momento y su situación de frustración y soledad.
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